Y teníamos los mismos sentimientos,
y las mismas dolencias,
siendo mis palabras mas que palabras
siendo mi dicha mas que una dicha,
pero el temor, lo material, y la no creencia
aisló al sentimiento y se transformo en un no se qué.
Y no me resignaba hasta que pasó
la desdicha del engaño,
cuando ya mi sentimiento no llegaba
por intacto que estaba, pero la distancia traiciono.
Pero para qué llorar ahora,
sin con escribir tengo para decirle al mundo
que prefiero escribir callado y sin llorar
porque ya este tipo de dolor no lo comprendo.
Sólo pienso en como hacerlo pasar,
lo lamentable para mi es que se une
a la incomprensión de casa,
al juicio injusto cargado de suposiciones
que ni se imagina la verdad del por qué
esta vez estoy tan diferente en mi dolor.
Es un dolor nuevo, que me imagine un día,
pero que no creería sentir,
es un luto diferente pero muy extraño,
es lo único que tengo nuevo por este día,
un grano mas a mi experiencia
que estimo se está reflejando en lo físico,
todo eso debe pasar, y mañana llegará otro sentimiento.
