Mañanas de la esperanza,
me invitan a ilusionar
silencios que son de dicha,
y lloran sin lágrimas.
Sabiendo lo que ha pasado,
fingiendo no estar al tanto,
para mantener presente,
la dicha de amor con llanto.
Se sufre con la partida,
se alivia en resignación,
cuando un amor no se olvida
se lleva en el corazón.
¿Cuándo madurará la piedra?
quimera de mi corazón,
con esperanzas viajeras
llenas de dulce obsesión.
No sólo palabras al viento,
porque han sido tan directas,
son sentimientos muy llenos
de amor que sufre con pena.
Ingrato he sido en los tiempos
de trato con mi noche buena,
retratos que quedan sin marcos,
guardados en perpetúa condena.
Mi enemiga es la soledad,
no tenerte es mi condena,
pero me resigno al tiempo
y paso el dolor con la pena.
Lucharé incansablemente
por transformar la emoción
y mojarme con la gota,
de que tuve tu atención.
Quizá sea mi consuelo,
y los miedos de ansiedad,
cubran con mantos mi frío
y el vacío llenen con paz.
Se sufre con la partida,
se alivia en resignación,
cuando un amor no se olvida
se lleva en el corazón.
¿Cuándo madurará la piedra?
quimera de mi corazón,
con esperanzas viajeras
llenas de dulce obsesión.
No sólo palabras al viento,
porque han sido tan directas,
son sentimientos muy llenos
de amor que sufre con pena.
Ingrato he sido en los tiempos
de trato con mi noche buena,
retratos que quedan sin marcos,
guardados en perpetúa condena.
Mi enemiga es la soledad,
no tenerte es mi condena,
pero me resigno al tiempo
y paso el dolor con la pena.
Lucharé incansablemente
por transformar la emoción
y mojarme con la gota,
de que tuve tu atención.
Quizá sea mi consuelo,
y los miedos de ansiedad,
cubran con mantos mi frío
y el vacío llenen con paz.
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