Decir con dolor y pena
que sufro sentimental,
vivir la amarga condena
que recibí por amar.
Llegan los remordimientos
con recuerdos y soledad,
junto con los desconsuelos
de haber mostrado el amar.
Quisiera dejar de amar
pero es imposible acción,
que duele con desesperanza
maltratada con mucha pasión.
La distancia no me es ajena
más no la logro entender,
mas me muestra la condena
que sufro por el querer.
Una condena muy extraña
que no tiene duración
pero por lo que se siente,
perpetuo será el dolor.
Cuando dos seres se aman
por encima del dolor,
un beso es lo que falta
y amarse es la decisión.
El amor nunca se apaga
pero sufre con clamor,
y pide en amarga condena
rayos de comprensión.
llega la amarga condena
cargada de soledad,
esa que no es pasajera
y finge felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario