dame una gota contenta
que llame en mi la atención
para alejar la tristeza
que sorprendió a la emoción.
dame un granito de risa
propia de felicidad
cuando la dicha se apague
y vuelva la soledad.
un susurrar de ternura
y la terca reflexión
cuando el amor ya no cura
al sentir del corazón.
pido exigiendo una pizca
de real felicidad,
lleno de amor, de caricias
y verdades para amar.
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